martes, 24 de diciembre de 2013

¡LAS LOCURAS DE SU AMOR!


Querido Samuel:
¡Muchas gracias por compartir conmigo la alegría y la esperanza de la Navidad!
Compartamos también el reto de dirigirnos juntos al encuentro de Aquél que viene buscando posada en todos los corazones que estén dispuestos a recibirle.
No cesa ni se cansa de ofrecer a todos la calidez de su amor misericordioso.
Viene, una y otra vez,  a nuestro encuentro despojado de todo, pues nos trae tan sólo lo único que verdaderamente necesitamos que es a Él mismo, sus torrentes de gracia, de ternura y de amistad.
Él está aguardando a que "nos liemos la manta" y sin pensarlo más participemos de las locuras de su amor.Así, sin reservas ni prejuicios, con el alma desnuda y con la sola prenda de la confianza ilimitada en su fidelidad que es infinita y eterna.
Llegue desde aquí, tu agradecimiento y el mío, a la gloria de su amor que resplandece y se nos manifiesta en su humanidad asumida, para hacer realidad el milagro de ser Emmanuel -Dios con nosotros-, Dios y Hombre con todos los hombres y para todos los hombres.
Llegue desde aquí, tu deseo y el mío, hasta todos los lugares de esta tierra para que los hombres y mujeres de buena voluntad lleguen a experimentar en lo más íntimo de sus corazones la suavidad de la paz, fruto del saberse amados y queridos, acogidos y comprendidos, salvados y redimidos por el Príncipe de la Paz.
Cor unum et ánima una.
Tu amigo que te quiere.
Jonatán

jueves, 19 de diciembre de 2013

HOY ERES MÁS BIENAVENTURADO



Mi querido Samuel:
"Humildad es andar en verdad", escribía la Santa Madre Teresa de Jesús.
Este es su pensamiento y su enseñanza:
“Una vez estaba yo considerando por qué razón era nuestro Señor tan amigo de esta virtud de la humildad, y púsome delante -a mi parecer sin considerarlo, sino de presto- esto: que es porque Dios es suma Verdad, y la humildad es andar en Verdad”. “Y así entendí qué cosa es andar un alma en verdad delante de la misma Verdad”.
No importan, pues, los juicios humanos. No somos más buenos porque nos alaben, ni somos más malos porque nos vituperen. Realmente somos  tan sólo lo que somos delante de Dios. Y por mucho que nos ensalcen o nos denigren los demás, por más que nos vanagloriemos o nos infravaloremos falsamente a nosotros mismos, nada cambia de lo que realmente somos.
Para andar en verdad y en humildad no hay más camino que ponerse delante de Dios, dejarse iluminar por su luz, dejarse envolver por su misericordia infinita y verse uno a sí mismo con la mirada misma de Dios, con los mismos ojos con que Dios nos mira y nos ve.
Piensa siempre que los juicios de los hombres son insustanciales y no pocas  veces equivocados, interesados, superficiales y faltos de rigor y verdad.
Naturalmente, por nuestra honda amistad, sufro contigo el dolor que te produce el haber sido víctima de la mentira y de la injusticia con la que te han agraviado. Tu dolor es también el mío, porque "la amistad es un alma que habita en dos cuerpos, un corazón que habita en dos almas". Y si gozo y me alegro cuando compartimos los triunfos y alegrías, infinitamente más me alegro del honor que es para mí el poder compartir tus sufrimientos. Porque, “los amigos falsos son como las sombras: sólo nos siguen cuando brilla el sol”, y “el infortunio muestra a aquellos que no son realmente amigos”.
¡Las grandes lecciones se aprenden en el libro del sufrimiento!, queridísimo Samuel. Una de ellas es que “sólo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez”. Y yo me tomo el atrevimiento de corregir a Pío Baroja, pues no me parece que sólo los tontos tienen muchas amistades, sino que creen tenerlas, cuando la realidad es que “los amigos verdaderos son los que vienen a compartir nuestra felicidad cuando se les ruega, y nuestra desgracia sin ser llamados”. Los tesoros no son fáciles de encontrar,  ni se encuentran frecuentemente. Y es bajo el surco de las dificultades y las derrotas que se descubre al amigo verdadero, porque  “la verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido”.
Por un lado, me apena profundamente que hayas tenido que probar el sabor amargo de la mentira y padecer la acidez de la injusticia. Me duele más profundamente por tu juventud y porque eres hombre de corazón honesto y leal.
Por otro lado, aunque parezca contradictorio, no dejo de experimentar cierta alegría, porque conociendo tu “raza” y tu “casta”, estoy firmemente persuadido que tú eres del número de esos pocos privilegiados que saben enfrentarse a las mayores dificultades y a los retos más difíciles para crecer sobremanera.
¡Saldrás crecido y acrisolado! ¡Te levantarás henchido de fortaleza para plantar cara a todo tipo de mentira y de injusticia! ¡Crecerás enormemente en sensibilidad hacia el sufrimiento del prójimo que pueda vivir abatido por la maledicencia, por la mentira y por las injusticias causadas por los hombres de corazón perverso y malvado!
Estoy firmemente convencido, querido Samuel, que esta experiencia de dolor será un hito importante en tu vida. Una ocasión para abrir todavía más tus ojos y tener una mirada aún más penetrante, que te ayudará a no dejarte engañar por las falsas apariencias, ni embaucar por la doblez. Pisarás la vida, amigo mío, con paso más firme y seguro, para esquivar las cloacas de mentira e injusticia que como trampas mortales se esconden a cada paso de nuestra vida.
No existe un mundo idílico, ni paradisíaco. Junto al trigo, crece también la cizaña. Hay mucho bien y mucha bondad a nuestro alrededor, pero también actúa con fuerza el mal con todas sus caras. Y sólo tenemos una manera de combatir la maldad, que es ahogándola a fuerza de bien. Tenemos la certeza, y no sólo la esperanza, de que el bien es más fuerte que el mal, aun cuando  el primero fuese minoritario y jugase en desventaja.
Los hombres de corazón turbio podrán ganar batallas, pero jamás serán los vencedores de la batalla final.
Como hombre de fe probada, que sé que eres, me siento muy orgulloso de tu amistad y muy conmovido por el ejemplo que me has dado, al saber que desde el primer momento has acudido a los pies del Crucificado y has unido la amargura de tu sufrimiento a los suyos. ¿Quién sino Él sabrá de traiciones, mentiras, difamaciones e injusticias?
Estoy seguro, Samuel, que desde el primer momento Él te habrá hecho sentir un poco más bienaventurado. Guarda en tu corazón la dulce alegría de su amistad y la esperanza en sus promesas.
Cor unum et ánima una. Tu amigo que te quiere.
Jonatán

lunes, 9 de diciembre de 2013

SER TRANSPARENTE




Muy querido Samuel:
Quiere ser este pequeño vídeo un homenaje sincero y sentido a tu corazón transparente y sin repliegues.
¡No abunda la transparencia!, como no abundan tampoco tristemente la humildad, la limpieza de corazón, la honestidad y la fidelidad a toda costa.
Alguna vez te he dicho, mi queridísimo amigo, que tú eres un mirlo blanco. Precisamente, por la gran bondad de tu corazón, por tu sentido de lealtad hacia tus amigos, por tu sensibilidad ante el sufrimiento y el dolor ajeno, por tu capacidad de ternura.
Es un preciado tesoro, este de encontrar tanta grandeza en medio de tanta mediocridad. Es un regalo de Dios el ser agraciado por un corazón noble como el tuyo en medio de tanta vileza.
¡Dios te ha hecho grande! Muy, muy grande...
Gracias por estar aquí y por permitirme gozar de la transparencia de tu alma.
Cor unum et ánima una.Tu amigo que te quiere.
Jonatán